El Gobierno subió del 8% al 21% el IVA sobre las actividades culturales, lo que ha supuesto importantes pérdidas para el sector y una mayor dificultad de acceso de los ciudadanos a la cultura.
El pasado 1 de septiembre de 2012, entraba en vigor la subida del IVA anunciada por el presidente del Gobierno en su dramática comparecencia de julio. El tipo superreducido se mantenía en el 4%, el reducido pasaba del 8% al 10% y el general, del 18% al 21%. Pero el real decreto ley traía consigo asimismo una reclasificación tributaria de varios productos y servicios. Entre ellos, las actividades culturales, que de buenas a primeras pasaban del 8% al 21% de IVA. 13 puntos más de golpe.
El ivazo afecta a un mercado, el cultural, muy maltrecho y a una industria que genera en España, según los datos de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE), 503.700 empleos y supone el 4% del PIB. Desde que Mariano Rajoy anunció la medida, el sector se echó encima del Ejecutivo y se agrupó como nunca para advertir de los riesgos deltasazo. Ya entonces, la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española, que forman 4.000 empresas de música, cine y teatro, puso cifras al drama: el incremento del impuesto supondría la pérdida de 43 millones de espectadores, la reducción de 530 millones de euros en los ingresos de taquillas, la pérdida de 4.500 empleos directos y el cierre del 20% de las empresas. En un gesto también inédito, las Asociaciones Internacionales de la Industria Cultural dirigieron a Rajoy una carta para intentar revertir su decisión, alegando que el cambio fiscal sitúa a España como «uno de los únicos países de la zona euro» donde no se aplica el IVA reducido en los ingresos en las actividades culturales y también señalando el efecto «devastador» en el sector que produjo una subida del IVA semejante en otros países. Caso de Holanda y Portugal. Países que, visto el efecto negativo, rectificaron.
Además, justificaban, la experiencia demostraba que servía de bien poco, porque los ingresos del Estado por este concepto disminuían más de lo que creían por la subida del IVA. La tendencia en «todos los países» de la Unión Europea, avisaba de forma coincidente la SGAE, es «incluir la cultura en los tipos de IVA reducido«. La industria se ha asido a otro argumento de peso: que el ivazo contraviene el artículo 44. 1 de la Constitución española, que consagra que los poderes públicos deben promover y tutelar «el acceso a la cultura, a la que todos tienen derecho».
En la reciente 27ª edición de los Premios Goya, el pasado 24 de febrero, Enrique González Macho, presidente de la Academia de las Ciencias y las Artes Cinematográficas de España, solemnizaba ante el ministro de Educación, Cultura y Deporte, José Ignacio Wert, la protesta y el malestar del sector por la «brutal subida del IVA». «Los resultados están siendo todavía más negativos de lo que se previó. El consumo cultural ha tenido un fortísimo descenso y, por tanto, una menor recaudación, acompañado de fuertes costes sociales: cierre de empresas y aumento del paro». «No es de recibo –añadía– que tengamos el IVA cultural más alto de Europa. Una vez más, la razón del Estado se ha impuesto sobre el estado de la razón. Y nosotros no vamos a cejar en nuestro empeño de que se rectifique este grandísimo error».
Apenas unos días después, la Asociación de Promotores Musicales ofrecía más datos. Su presidente, Pascual Egea, subrayaba que la música en vivo perdió 25 millones de euros entre septiembre y diciembre de 2012 por la subida del IVA. O sea, de los 86,5 millones de euros facturados en 2011 a los 61,5 millones de 2012. Asimismo, el 20% de las empresas «que se dedicaban a la música han cerrado».
Carta abierta al Señor Don Mariano Rajoy de parte de las Asociaciones Internacionales de la Industria Cultural respecto a la subida del IVA en España
¿Por qué la Cultura debe tener un tipo de IVA reducido?
Campaña “Menos IVA y Más Cultura” en 2015