Artículo de María López Insausti publicado en El Periódico de Aragón (10/05/2020) (*)
Después del shok de los primeros días ante el parón total de nuestra actividad, desde ARES, la Asociación de empresas de Artes Escénicas de Aragón, empezamos a buscar paliativos a esta situación inédita. El gran valor de estar asociado es sentir que tus compañeros y tú remáis en la misma dirección, pesar de las diferencias de tamaño entre compañías, algunas medianas, otras pequeñas, familiares, unipersonales, autónomos. Todos unimos nuestros fuertes brazos para defender juntos los intereses del sector.
Como sucede en otras áreas de la economía productiva, la cultura necesita inversión y legislación adecuada. Representamos alrededor del 3,5% del PIB, 122,000 empresas y más de 700,000 empleos. (En Aragón, 3.045 empresas y 13.200 trabajadores de la cultura ** ). Este sector debe tener los mismos derechos que otros, puesto que cumple con las mismas obligaciones.
La mayoría de nosotros hemos accedido estos días a medidas generales como ERTE o bajas de Autónomo, pero otros trabajadores del espectáculo no tienen éxito por su carácter temporal. Esta grave situación, así como la falta de ingresos en las compañías, las pérdidas y la incertidumbre, nos llevaron a través de FAETEDA (la Federación nacional de la forma parte, junto a casi 400 empresas) a coordinar la Mesa de las Artes Escénicas y la Música que aúna a la gran mayoría de profesionales, creadores, empresas de producción y espacios de exhibición públicos y privados, de Teatro, Circo, Danza y Música.
52 medidas
Firmamos un gran acuerdo de 52 medidas , que, al gobierno, han tenido una respuesta positiva en algunas de las consideraciones más fundamentales.
Ahora empezamos a ver luz en el horizonte, pero una vez pasado el estado de emergencia seguiremos necesitando, como el resto de los sectores económicos, el apoyo de las administraciones públicas, locales, provinciales, autonómicas y nacionales.
Nuestra expectativa de regreso es retomar en junio los ensayos. Creemos que en julio-agosto, pueden abrir los teatros públicos, festivales de verano y el teatro de calle. Toda la actividad que cuente con un presupuesto y no depende de los ingresos de taquilla.
Para los teatros y salas privadas que dependen económicamente de la venta de entradas es inviable abrir con limitaciones de aforo. No alcanza para pagar los gastos del teatro y los de los artistas que actúan. Por eso proponemos su vuelta al mar en septiembre y con aforo completo.
Confiamos en que para esas fechas la situación se relaje un poco y que el público regrese con la tranquilidad y seguridad de los teatros que siguen siendo espacios de encuentro y bienestar, siempre garantizando las medidas higiénicas sanitarias pertinentes.
Y en ello estamos, desde el tejido asociativo, desechando la vuelta y elaborando una batería de medidas que las artes en vivo sean lo que son, una experiencia placentera única e irrepetible.
*. MARÍA LÓPEZ INSAUSTI
Presidenta de ARES (Aragón Escena).