Compromiso de los 27 Estados miembros para que «la cultura sea de ahora en adelante considerada un bien público esencial y un bien público mundial al más alto nivel político».
El documento plasma el compromiso de los 27 Estados miembros para que «la cultura sea de ahora en adelante considerada un bien público esencial y un bien público mundial al más alto nivel político».
Los ministros de Cultura de la Unión Europea ha aprobado en la Reunión Informal de Ministros (RIM) de Cultura la ‘Declaración de Cáceres’, impulsada por la Presidencia española del Consejo de la Unión Europea. El documento recoge el compromiso unánime de los 27 Estados miembros de que «la cultura sea de ahora en adelante considerada un bien público esencial y un bien público mundial al más alto nivel político».
En su intervención, el ministro de Cultura y Deporte, Miquel Iceta, anfitrión del encuentro, ha manifestado que «la cultura refuerza la Unión Europea». En línea con la declaración, fruto del primer debate de la RIM, titulado ‘La cultura como bien público esencial, como bien público mundial’, Iceta ha manifestado que «queremos que la cultura tenga la mayor consideración posible en las políticas regionales y estatales, así como en las políticas de la Unión Europea». Y ha concluido insistiendo en que «la cultura es crucial para la construcción de sociedades y ciudadanías mejores y para la salvaguarda de nuestras democracias».
Así, desde Cáceres, ciudad Patrimonio de la Humanidad, el Consejo de la Unión Europea ha sellado el compromiso común de «trabajar por que la cultura sea un elemento crucial de las políticas en favor de sociedades pacíficas, justas e igualitarias. Porque la cultura juega un papel esencial en la construcción de sociedades democráticas y en el desarrollo personal de la ciudadanía: la cultura es esencial para lograr sociedades más sanas, justas, críticas, libres, tolerantes, integradoras e igualitarias», tal como expresa textualmente la declaración.
El texto recoge el propósito de «trabajar para que la cultura sea reconocida en sí misma como un nuevo objetivo de desarrollo sostenible». De hecho, desde la Comisión Europea se ha destacado la importante dimensión cultural del desarrollo sostenible, con el compromiso de su uso para contribuir a implantar la Agenda 2030. Así, la acción política y la cooperación de la Unión Europea en este ámbito se centran en aprovechar el poder de la cultura y la diversidad cultural para la cohesión social y el bienestar mediante cuestiones que ya contempla el Plan de Trabajo para la Cultura de la UE para el periodo 2023- 2026. La ‘Declaración de Cáceres’, por tanto, supone un paso adelante para, finalmente, lograr incluir la Cultura como 18º Objetivo de Desarrollo Sostenible en la Agenda posterior a 2030.
De este modo, la Presidencia Española del Consejo de la UE ha logrado aglutinar a todos los países de la Unión Europea en torno a un discurso y una estrategia para que la cultura sea una verdadera política de Estado, certificando su papel como elemento indispensable tanto para el desarrollo personal de una ciudadanía libre, crítica, tolerante y heterogénea en su diversidad, como para el propio crecimiento económico de unos países que siguen siendo el referente internacional, también en lo relativo a las áreas artísticas y creativas. La intención es que sea Europa la que asuma y abandere el liderazgo mundial del trabajo que tenga como meta garantizar el acceso universal a la cultura, independientemente de las circunstancias geográficas, políticas, idiomáticas, educativas o de la propia herencia cultural de cada individuo.
Asimismo, en su enunciado, la ‘Declaración de Cáceres’ contiene una condena «sin matices» a «la agresión injustificada de Rusia contra Ucrania, su pueblo y su identidad cultural».