El estreno de “La lluvia amarilla”, una producción de Corral de García, tendrá lugar en el Teatro Olimpia de Huesca el próximo 12 de febrero a las 18:00 h dentro del Ciclo Olimpia Classic.
La lluvia amarilla es una novela de Julio Llamazares publicada en 1988. Se trata de un monólogo del último habitante de un pueblo del Pirineo, Ainielle, durante su última noche en el pueblo. Andrés de Casa Sosas, nos explica su relato desde esa última noche de su vida, desde la noche en la que la muerte le conducirá a la oscuridad eterna, donde se reunirá con su madre y todos sus seres queridos. La historia de Andrés es el transcurrir de una vida y, a su vez, la muerte de una manera de vivir. Tenaz en su convicción, sin perder la fidelidad a las costumbres propias en ningún momento, será el último habitante de su pueblo natal y de la casa que le ha visto nacer. Pero Andrés es acuciado por todos los males imaginables: la soledad, la muerte, la desidia, la enfermedad, el odio, la alucinación, el tiempo. En La lluvia amarilla, el agreste paisaje de montaña provoca que el hombre haga balance de su soledad y desamparo en los umbrales de la muerte.
“Los días eran largos, perezosos, y la tristeza y el silencio se abatían como aludes sobre Ainielle. Yo pasaba las horas vagando por las casas, recorría las cuadras y las habitaciones y, a veces, cuando el anochecer se prolongaba mansamente entre los árboles, encendía una hoguera con tablas y papeles y me sentaba en un portal a conversar con los fantasmas de sus antiguos habitantes”
“Y ahora que la muerte ronda ya la puerta de este cuarto y el aire va tiñendo poco a poco mis ojos de amarillo, incluso me consuela pensar que están ahí, sentados junto al fuego, esperando el momento en que mi sombra se reúna para siempre con las suyas”
Un lugar, un pueblo deshabitado, Ainielle, es, posiblemente, el personaje principal de este espectáculo. Un personaje mudo, manco y cojo, pero ni sordo, ni ciego, ni insensible. Ainielle existe, está ahí, no lejos de Biescas, en el Pirineo aragonés. Pero ¿puede un pueblo existir si nadie es testigo de su existencia? En cualquier caso Ainielle estaba allí, con 1.355 metros de altitud, era uno de los lugares poblados más altos del Pirineo pero está deshabitado desde el año 1971 en que su último poblador abandonó el pueblo.
En 1988 apareció la novela de Julio Llamazares La lluvia amarilla y tras 17 años borrado del mapa, Ainielle se volvió a escribir en las cartas, esta vez en las cartas de los aficionados a la lectura. Julio Llamazares situó la trama de esta novela en este pueblo, y puso rostro a uno de los dramas más sobrecogedores que el territorio español ha sufrido desde la posguerra, la despoblación. Pueblos vacíos, casas en ruinas, tejados derrumbados, bancales conquistados por la maleza, cristales rotos, chimeneas apagadas… Este es el panorama de gran parte del interior de nuestro país. Igual que la maleza se come los muros de piedra de las casas, la ausencia de habitantes devora la memoria de los lugares. Por otro lado aparecen ciudades cada vez más pobladas, menos humanas… ciudades sin memoria. Rescatemos primero la memoria de esos pueblos que están a punto de borrarse de los mapas.
Un espectáculo basado en la novela homónima de Julio Llamazares
Una producción de Corral de García.
Adaptación y dirección Jesús Arbués.
Interpretado por Pedro Rebollo y Alicia Montesquiu
Diseño audiovisuales y mapping: David Fernández y Oscar Lasaosa
Diseño escenografía e iluminación: Jesús Arbués
Construcción escenografía: Carpintería Castellar
Efectos sonido: Nacho MoyaÇ
Vestuario: Sara Bonet
Técnico en gira: Sergio Iguacel
Foto cartel: Beatriz López
Diseño cartel: Igloo Creativo
Distribución: Pilar Royo. Producción: Mónica Macias.
Administración: Lumi Jiménez
Distribuye: Viridiana Centro de Producción Teatral